Seguramente, al volver la calma, surgirá la preocupación por aspectos más prácticos: las asignaturas y sus calendarios. Se ha perdido una semana de clases, talleres, tiempo para trabajos pendientes, etc. No podemos cambiar el calendario lectivo ni el de los exámenes de junio, sin embargo, en lo que depende de nosotros hemos acordado que ese tiempo de menos, tan importante a final de curso, en ningún caso os perjudique. Así, siempre en función de las posibilidades y necesidades de cada asignatura, se revisarán en ese sentido los calendarios de presentaciones y entregas. Cada profesor comunicará de qué modo hace efectiva esta reorganización.